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lunes, 18 de enero de 2010

Cámaras de vigilancia en el puesto fronterizo Los Libertadores

Suena el teléfono de TecEm, al final de un arduo dia de trabajo:
“Llamamos del Servicio Agrícola y Ganadero SAG, destacado en el Complejo Fronterizo Los Libertadores, en la frontera con Argentina”.

“Necesitamos instalar tres cámaras de vigilancia en el Complejo para apoyar la labor fiscalizadora de nuestros funcionarios y no sabemos si ustedes nos pueden visitar y cotizarnos una solución”.

La primera pregunta fue si tenían un plano del recinto, para poder establecer la factibilidad técnica y calcular el cableado. “No tenemos”, fue la respuesta.

Entonces les propusimos que en vez de enviar a alguien para hacer el levantamiento nos dieran ciertos antecedentes como cuantas cámaras requerían y la distancia aproximada de ellas al equipo de grabación de video (DVR, Digital Video Recorder).

Clave fue entender (nos) con el cliente final. Una suerte de empatía, de resolverle a la distancia y actuar con prontitud.

Según mi ‘conductor’ en el blog, Gabriel Bunster, tenemos una gracia: ingenio y “busquillismo”(capacidad innata de encontrar formas novedosas de desempeño y resolución de problemas (busquillas)).

Una vez que contamos con los datos hicimos una estimación, le enviamos el presupuesto y le propusimos enviar un equipo de técnicos, equipos y materiales, con el objetivo de instalar todo en un dia, porque no había posibilidades de alojamiento arriba. Si se producían diferencias con nuestra estimación, las veríamos ese mismo dia y si no eran significativas le echábamos p’adelante no más.

Dicho y hecho.

Nos llegó la Orden de Compra un dia Martes. Hicimos acopio de equipos y materiales el Miércoles. Subimos el Jueves a instalar.

Llegamos temprano al Complejo. El gran desafío era el tiempo: lograr terminar en un día.

A cargo de Felipe, mi socio en este tema, partió una fuerza de tarea de TecEm integrada por dos técnicos instaladores, Felipe y yo.

El mayor problema fue la altura y algunas pasadas de cable de la cámara mas lejana pero terminamos todo a las cuatro de la tarde, hicimos las pruebas, capacitamos a varios funcionarios y nos vinimos a las seis a Santiago.

Algo cansados pero satisfechos por la labor cumplida y con plena satisfacción del cliente, llegamos en la noche a descargar la camioneta y cada uno a su casa, a comer algo y al merecido descanso.

Probamos que se puede trabajar bien y rápido.

Como buenos “busquillas” seguimos inventando maneras de atender a nuestros clientes en forma rápida e ingeniosa, ahorrando costos y gastos innecesarios.

1 comentario:

  1. Que buen post, tienes razon muy buena labor yo opino que las Camaras de Seguridad son muy necesarias hoy en día. Todas las ciudades deberían invertir en ellas y las que ya tienen aumentar su cobertura.

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