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sábado, 27 de marzo de 2010

Los Ovnis en Nancagua y la Cápsula Soyuz


Mi hermana Patricia y varios matrimonios amigos arrendaban todos los veranos -por muchos años- una casa patronal de un fundo en Nancagua, cerca de Santa Cruz.
Era una casa enorme, con muchas habitaciones, gran comedor y lugares de holgura, comodidad y disfrute de la vida.
Ella me invitó muchos veranos a pasar unos dias y tengo hermosos recuerdos de las cabalgatas, varias regadas cenas, carretón de paseo al río y -por supuesto- los calores de verano, que inducían a unas reponedoras siestas.
Se armaban simpáticas tertulias, donde se conversaba de todo y -principalmente- se hacía música. Mi hermana Patricia canta precioso y -acompañada por todos los participantes- lograba armar una especie de concierto participativo, donde ella ponía la calidad de su voz y guitarra y los demás poníamos un tremendo entusiasmo, incluyendo los quince o veinte cabros chicos que se juntaban entre los hijos míos, los de la Paty y los de sus amigos.
En definitiva, un panorama maravilloso.
Una noche, despues de cenar, mi primo Guillermo, que es médico, mi cuñado Mauricio, mueblista y el que escribe, decidimos salir a caminar por las cercanías. La noche estaba fresca y agradable. La luna permitía ver con claridad los senderos y caminos y en poco rato tendríamos el canturreo habitual, por lo que estábamos sesudamente decidiendo el repertorio.
Avanzábamos por un camino de tierra entre cuarteles de vides cuando vimos un terreno sin plantar, con un círculo de unos veinte metros de diámetro, con signos de quemazón. Humeaba y habían restos de pequeñas brasas.
Bien raro, nos dijimos. Si fuera un roce a fuego para quemar maleza y preparar la tierra no tendria la forma circular tan perfecta que estábamos observando.
Estábamos en esa conversación, intrigados, cuando vemos desde los cerros tres bolas de colores, de tamaño indeterminado y que giraban o emitían luces circulares, acercándose al lugar donde estábamos parados.
Impresionante la visión pero más impresionante fue el susto que nos llevamos porque estas bolas, como de plástico, con colores, se acercaban y alejaban de nosotros, en forma errática.
Mi primo Guillermo nos dice: "no se asusten, si son extraterrestres pueden leernos el pensamiento y debemos estar serenos". Mauricio y yo, muertos de susto, decidimos tirarnos adentro de una zanja, al lado del camino. Guillermos nos siguió bien pronto.
Es imposible para mi describir tamaños, dimensiones, velocidad. Lo que si puedo decir es que había cierta belleza en esas luces pero el miedo te impide pensar con claridad.
Guillermo insistió en que deberíamos comunicarnos con ellos, o con eso. El daba por descontado que tenían poderes telepáticos y que un encuentro cercano de tercer tipo iba a producirse.
Despues de varios giros y desplazamientos, los tres aparatos, o bolas, se desplazaron a gran velocidad hacia los cerros y quebradas, desapareciendo, tan abruptamente como se habían presentado.
Volvimos a la casa y contamos nuestra experiencia. Obviamente, nadie nos creyó. "Es otra broma de Mauricio, o de Jaime, porque les encanta molestarnos", decían varios.
Pasamos toda la noche mirando al cielo y buscando poder ver o recrear lo que habíamos vivido.
Nada pasó y nos dormimos.
Al dia siguiente, tomando desayuno, decidimos que teníamos que avisar a la Fuerza Aérea y contar lo que vimos. Pero no sabíamos donde ni como, ni teníamos pruebas, ni fotos. Solamente un dibujo que yo hice con un lápiz a pasta en una servilleta.
Mauricio propone ir a Santa Cruz, a la radio, y contar este cuento.
Excelente idea, dijimos. Los periodistas nos creerán y además podrán ayudarnos a contactar a la FACH.
Llegamos a Santa Cruz, tardecito, como a las 12. Fuimos a la radio y había un periodista, o encargado, que nos escuchó y dijo: "No. lo que ustedes vieron no fue un Ovni. Vieron los restos de una cápsula Soyuz, soviética, que cayó anoche".
Guillermo le dice que la cápsula Soyuz cayó en el Pacífico y que una pequeña parte cayó en Neuquén, Argentina, pero que era imposible que cayera en Nancagua y se comportara como lo hicieron las bolas de colores.
El hombre nos mira y nos pregunta: ¿Cuantos piscos sour se tomaron anoche?
Nos miramos con complicidad. Seguramente más de uno.
Viene Mauricio y propone: "Vamos a tomarnos uno al Club de Santa Cruz. Nadie nos va a creer".
Bien dijimos.
Vean esto que salió en emol hoy 31 de marzo

Y esto es lo que une en mi mente los ovnis con el periodismo y la ruta del vino de Santa Cruz.
Como dijo el huaso: "Exceso de falta de ignorancia, pu' iñor".

8 comentarios:

  1. -NO TE PREOCUPES AMIGO,YO FUI TESTIGO DE UN AVISTAMIENTO,A 80-100 METROS,SURGIENDO DE LAS AGUAS DEL RIO DE LA PLATA(18 DE JULIO 1981)DESPRENDERSE DEL CUERPO PRINCIPAL 4 CUERPOS MAS,REALIZAR MANIOBRAS INTELIGENTES,EFECTUAR GIROS EN ANGULOS INVEROSIMILES Y ALEJARSE A VELOCIDAD IMPOSIBLE PARA NUESTRA TECNOLOGIA,PERO,SOY PROFESIONAL Y EL RIDICULO ES PRECIO CARO,PREFERIMOS CON MI ACOMPAÑANTE PARTICIPARLO SOLO CON INTIMOS,YO LOS VI,SE QUE EXISTEN Y ESO ME BASTA Y SOBRA-ALBERTO-ROSARIO-SANTA FE-ARGENTINA-arnold462009@hotmail.com

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  2. Alberto,
    Qué bien lo describes el avistamiento.
    Tienes mucha razón. Exponer la cordura de un profesional.
    En las condiciones actuales coincido contigo: Sin embargo, existen.
    Me alegra haber vencido la reticencia a contar nuestra experiencia, porque aparecen historias similares y se puede poco a poco acercar a la ¿verdad?

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  3. Impresionante...(no creo en fantasmas Garay...pero que los hay, los hay!)

    qué habrá sido lo que vieron? Porque ustedes saben que algo vieron que no pueden relacionar con algo antes visto. Lo inquietante es que por ahí anda algo que no sabemos qué es ni que anda buscando.

    Gracias por la música! sin falta te aviso para el concierto
    cariños

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  4. Genial historia.. que fome que no te hayan creido hubiera sido interesante contar tu historia en la radio, aunque te tildaran de loco.Y lo mas genial la frase del huaso NOTABLE!

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  5. Hombre sabio el huaso.
    ¿Cuantos ovnis habrá visto?

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  6. Recuerdo vivamente esos tiempos de campo, de onces comida con pan amasado y de cabalgatas. De sandias por montones y baños en la piscina. Recuerdo tambien el dia siguiente a su avistamiento, en que fuimos a ver el circulo a caballo...Yo tambien vi ese circulo perfecto de pasto quemado, y vi tambien el suelo cuando me cai del caballo mientras corriamos de regereso a la casona...

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  7. Vean por favor la edición emol video de hoy 31 de marzo de 2010.
    http://emoltv.emol.com/?id_emol=4483

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  8. Que lindos recuerdos tío Jaime. Qué bien describe la forma en que se vivían esos días en Nancagua. Que bueno que Ud. y sus hijos tengan los mismo buenos recuerdos.
    Me acuerdo muy bien la noche en que llegaron contando de su avistamiento.
    Los niños nos sentimos intrigadísimos, corríamos de un lado para otro contándonos lo que habíamos escuchado una y otra vez.
    ¿Si es que creo que fue cierto lo que contaban? La verdad es que las historias, bromas y leyendas eran parte de esos veranos, y mi papá un productivo contador de cuentos. Este podía ser perfectamente uno más. A mi personalente nunca me importó si fue verdad o no.
    A partir de eso los niños jugamos durante días a buscar ovnis, y aprendimos a mirar con más detalle y respeto las noches estrelladas.
    Que bonitos recuerdos... Gracias por compartirlo. Y por la música de Lizt.

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